Llamaré al presidente iraní, Masoud Pezeshkian, para pedirle que reclasifique el asunto, porque las acusaciones no se corresponden con la realidad, comentó a la prensa el mandatario galo.
Según Macron, la inculpación por espionaje representa una provocación contra Francia, amenazando con una respuesta que no se haría esperar.
Irán detuvo en mayo de 2022 a Kohler y Paris en el cierre de un viaje de turismo, y los considera espías a favor de Israel.
De momento no está claro las sanciones que enfrentan los franceses, con familiares que evocan la pena capital por el alegado delito.
Macron y Pezeshkian dialogaron el mes pasado en el contexto de la guerra entre Irán e Israel y de los bombardeos estadounidenses a sitios del programa nuclear persa.
Entonces, el mandatario galo apeló a la diplomacia y trató el tema de Kohler y Paris.
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