De acuerdo con el reporte difundido por medios como Actualité.CD, los líderes militares y políticos de la AFC/M23 siguen recibiendo instrucciones y apoyo desde Kigali, que también proporciona entrenamiento militar, armamento y tecnología, como la que les permite neutralizar activos aéreos.
El mando militar general de los rebeldes permaneció bajo la responsabilidad de Sultani Makenga, y el liderazgo político en manos de Bertrand Bisimwa y Corneille Nangaa, quienes recibieron apoyo e instrucciones del Gobierno ruandés y sus servicios de inteligencia, precisó el informe que abarca investigaciones realizadas hasta el 20 de abril de 2025.
No obstante, el documento afirma que Nangaa, quien funge como coordinador de la AFC/M23, poco a poco ha sido marginado de la gestión del movimiento rebelde debido a sus intenciones de llevar las conquistas militares hasta Kinshasa, como dijo públicamente en varias ocasiones.
Nangaa, que fundó la plataforma política AFC en diciembre de 2023, a la cual se incorporó el M23, se presentó inicialmente como la cara política de las acciones de los insurgentes para aprovechar su capital como antiguo responsable de la Comisión Electoral Nacional Independiente de RDC.
También con la intención de darle un rostro congoleño al movimiento rebelde, que siempre ha sido señalado de responder a los intereses de Ruanda.
Sin embargo, el informe de los expertos de ONU apunta que Nangaa ha sido apartado por su ambición personal de tomar el poder en Kinshasa por la fuerza, pues si bien Ruanda y el M23 apoyaban la idea de un cambio de régimen, no estaban a favor de una campaña militar de esas dimensiones.
El reporte igualmente refiere que a pesar de las victorias militares en el este de RDC existen tensiones en el seno de la AFC/M23, particularmente luego de algunos nombramientos y el anuncio del expresidente Joseph Kabila de su entrada al país por Goma, capital de la provincia de Kivu Norte.
Estas tensiones reavivaron las divisiones entre las facciones históricas de Ruanda y Uganda, por lo que en un esfuerzo por restablecer la cohesión y fortalecer el apoyo popular a la AFC/M23, el gobierno ruandés planeó nombrar a Laurent Nkunda, actualmente bajo sanciones, para un alto cargo dentro de la AFC/M23.
Los expertos también señalan que la intención de unificar a los grupos armados y actores políticos dentro de la AFC/M23 ha tenido éxito, pues en Kivu Norte y Kivu Sur varios elementos se unieron a ellos.
Tras la firma de un acuerdo de paz entre Ruanda y RDC, el pasado 27 de junio en Washington, se espera que este respaldo a los rebeldes por parte de Kigali cese, pero algunas voces en Kinshasa se mantienen escépticas.
Algunos como el exdecano del Colegio de Abogados, Jean-Marie Kabengela Ilunga, consideran que el texto crea un desequilibrio entre los compromisos impuestos a la RDC y la falta de compensación para Ruanda, y puso como ejemplo que el documento menciona el plan de neutralización de las FDLR en 21 ocasiones, pero las AFC/M23 solo dos veces.
Igualmente critica la forma en que se presenta a Ruanda y Paul Kagame como si nunca hubieran apoyado a los rebeldes y como víctimas de las acciones de las FDLR desde territorio congoleño; además de que no establece ninguna obligación de retirar su apoyo a la AFC/M23 y de sacar a su ejército del territorio congoleño.
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