«Saludamos el alto el fuego entre Israel e Irán, pero al mismo tiempo expresamos la esperanza de que sea sostenible y abra el camino para negociaciones. Al mismo tiempo, coincidimos en la necesidad de renunciar a cualquier acción que pueda provocar la reanudación de los enfrentamientos armados», declaró Lavrov.
Añadió que las partes creen que las contradicciones de emergencia deben resolverse exclusivamente por medios políticos y diplomáticos, de acuerdo con la Carta de las Naciones Unidas, y con la asistencia activa de los países que puedan influir en las posiciones de las partes en conflicto.
«Esperamos sinceramente que la llamada Guerra de los Doce Días haya terminado. Pero no queremos dejar pasar la situación, porque en el Medio Oriente sigue muy activo el bando belicista», subrayó el jefe de la diplomacia rusa.
Lavrov añadió que los países europeos no solo no contribuyeron al proceso de negociación, sino que proporcionaron un pretexto para recurrir a métodos contundentes, pues «en la reciente sesión de la Junta de Gobernadores del Organismo Internacional de la Energía Atómica, sin necesidad evidente, promovieron decisiones antiiraníes muy duras».
«Confío en que nuestros colegas europeos saquen las conclusiones necesarias», concluyó el ministro.
En la madrugada del 13 de junio, Israel atacó a Irán alegando que el país persa se acercaba al «punto de no retorno» en la supuesta creación de armas nucleares en breve plazo, un argumento que viene esgrimiendo desde hace años.
Irán, que niega que su programa nuclear contenga componentes militares, respondió a las ofensivas israelíes con varias andanadas de misiles diarias.
El 22 de junio, el presidente estadounidense, Donald Trump, involucró a su país en el conflicto al bombardear varios centros nucleares iraníes, actos que fueron condenados por Rusia, China y otras naciones.
Trump dio la orden de atacar a Irán pese a que días antes la inteligencia estadounidense concluyó que el país persa no buscaba desarrollar armas nucleares.
Al día siguiente, las fuerzas de Irán respondieron al ataque estadounidense y golpearon una base militar de Washington situada en Catar.
La semana pasada entró en vigor un alto el fuego entre Irán e Israel tras 12 días de hostilidades que dejaron cientos de muertos y miles de heridos.
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