Desde Lille hasta París, el pelotón recorrerá más de 3.400 kilómetros entre tormentas alpinas, muros pirenaicos y calderas de pavé. La edición número 112 del Tour promete todo menos tregua.
El principal protagonista es el esloveno Tadej Pogacar, del UAE Team Emirates, vigente campeón de la ronda gala y actual amo y señor del ciclismo mundial. Acude con hambre de reconquista, decidido a bordar una cuarta estrella en su maillot.
Pero no lo tendrá fácil: enfrente aparece el danés Jonas Vingegaard del Visma–Lease a Bike, titular en 2023, con cuentas pendientes y capaz de lo imposible en las alturas. También se alista el belga Remco Evenepoel, prodigio del Soudal Quick-Step, tercero en la última Grande Boucle, con un motor de Fórmula 1 en sus ruedas y ambición de leyenda.
No se queda atrás el español Carlos Rodríguez del INEOS Grenadiers, que quiere dar un golpe sobre la mesa, ni el veterano esloveno Primoz Roglic, con cuentas pendiente en el Tour, así como el portugués Joao Almeida, que llega de una gran campaña llena de conquistas como el Tour de Suiza, el Tour de Romandía y la Itzulia.
Se esperan guerras, emboscadas en los Pirineos y un juicio final que recupera su habitual llegada a los Campos Elíseos de París en un paseo triunfal de 120 kilómetros en el que se conmemorará el 50 aniversario del primer final del Tour en la mítica avenida parisina.
No es solo una carrera: es el Tour. Una novela que se escribe con pedaladas, caídas, lágrimas y épica. Que gane el más fuerte… o el que no se rinda jamás.
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