Al inaugurar el encuentro, que se celebra hasta mañana en el recinto ferial de Boyeros, en esta capital, Hechevarría explicó que el evento nació con el propósito de ser un punto de encuentro estratégico donde convergen el campo y la industria con los conocimientos tradicionales, al tiempo que dialogan con la tecnología y se tejen las redes comerciales.
Ello con la finalidad de permitir a los productores acceder a nuevos mercados, tanto locales como en el territorio nacional y globales, aseveró Hechavarría.
Aquí, dijo, se expondrán las experiencias de nuestra capacidad productiva y transformadora; identificar, impulsar y divulgar las buenas prácticas desarrolladas en los sistemas alimentarios locales, en las provincias y municipios del país, así como evaluar su generalización como contribución a la soberanía alimentaria de la nación.
No es la primera vez que se realizan ferias y eventos en un contexto complicado en Cuba, recordó el viceministro, pues durante más de seis décadas el país afronta el inhumano bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos, principal obstáculo al desarrollo económico de la nación, así como la injusta inclusión en la lista de naciones que supuestamente apoyan el terrorismo.
Pero esa realidad no detiene a la nación en el empeño de avanzar hacia la independencia agroalimentaria, aún conociendo nuestras limitaciones estructurales, financieras y tecnológicas, aseguró.
Al contrario, consolida el convencimiento de que el desarrollo de la agroindustria es una necesidad estratégica de la nación, y de introducir las transformaciones, desarrollar la cooperación e identificar las asociaciones que ayuden a impulsar ese objetivo.
Garantizar la seguridad alimentaria de nuestro pueblo, evaluar soluciones que alivien el impacto negativo creado por las medidas unilaterales que impone el gobierno de los Estados Unidos, que hacen más difícil nuestra lucha por avanzar económicamente, forman parte de la estrategia gubernamental, enfatizó Hechevarría.
Este evento es una ventana al futuro agroindustrial que debe construirse sobre prácticas sostenibles responsables con el medio ambiente y socialmente inclusivas; es una plataforma de oportunidades para aprender, negociar, encontrar nuevos proveedores y clientes; forjar las alianzas virtuosas para seguir creciendo de manera competitiva y resiliente, sentenció.
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