Los países más afectados son Brasil, Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia, cuyas autoridades reportan brotes activos, añadió el director ejecutivo de esa institución médica del país centroamericano, según el canal Teletica.com.
La alta demanda de la vacuna contra la fiebre amarilla genera una presión significativa sobre los fabricantes globales, pues el antídoto es solicitado tanto por dichos países latinoamericanos como por los de África y Asia donde esta enfermedad es endémica, agregaron las fuentes.
Esos requerimientos ponen en aprietos, en especial, a Francia (empresa Sanofi Pasteur) como principal proveedor mundial, y dificultan los envíos a países como Costa Rica, que enfrenta dificultades para abastecer sus farmacias con la vacuna, aunque carece aún de un brote activo, precisó el líder de la Cámara de Salud.
Manzi aseguró que el Estado gestiona mediante los importadores para asegurar el ingreso de esos fármacos al país y prevé que los primeros lotes lleguen en septiembre.
Lo anterior –según el experto- depende de la posibilidad de los fabricantes de facilitar al país centroamericano una cantidad mayor y en tiempos más cortos de los confirmados hasta el momento.
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