Nacida en Ibiá, municipio del estado de Minas Gerais (sureste), con 55 años y una trayectoria literaria que ha dejado huella dentro y fuera de Brasil, Gonçalves obtuvo 30 votos de los académicos.

En segundo lugar, quedó la literata indígena Eliane Potiguara, en una elección que simbolizó un fuerte impulso a la pluralidad y la inclusión en el canon intelectual brasileño.

Autora de la monumental novela Um defeito de cor (Un defecto de color), Gonçalves relató en sus páginas la vida de Kehinde, una niña nacida en el antiguo Reino del Daomé, capturada como esclava a los ocho años y llevada al Brasil colonial, hasta su regreso a África.

La protagonista está inspirada en Luísa Mahin, histórica figura de la resistencia negra en la Revolta dos Malês. La obra, multipremiada y considerada por muchos críticos como el libro más importante de la literatura brasileña en los últimos 25 años, incluso sirvió de inspiración para el desfile de la escuela de samba Portela en el carnaval de 2024.

«Um defeito de cor es la historia de la lucha negra en Brasil, encarnada en una mujer que enfrentó desafíos inimaginables para seguir viva y preservar sus raíces y herencias», expresó la autora antes de aquella mascarada, con la emoción de ver su libro desfilar en la Avenida Sapucaí, en Río de Janeiro.

Su elección fue celebrada por nombres consagrados de la cultura brasileña.

La historiadora Lilia Moritz Schwarcz, miembro de la academia desde 2023, declaró: «Es un día histórico. Ana Maria representa ese grupo de pensadoras del feminismo negro, intérpretes del Brasil profundo. Recibirla en la Academia es una alegría enorme, es una autora de un libro que ya desfiló en Sapucaí, una de las obras más importantes de este cuarto de siglo».

El músico y escritor Gilberto Gil, académico desde 2021, subrayó que «Ana Maria produce una literatura de gran aliento, de gran potencia. Su ingreso nos recuerda que estamos vivos, activos en un contexto de diversidad cultural, étnica y religiosa».

Para el presidente de la academia, el periodista Merval Pereira, la elección de Ana Maria marca un cambio de época y «queremos ser una institución que refleje la cultura brasileña y su diversidad. Con Ana Maria, reafirmamos esa voluntad de estar siempre conectados con los movimientos sociales más relevantes».

La elección de Gonçalves no sólo honra su obra, sino que abre un nuevo capítulo en la historia de la Academia Brasileña de Letras, institución fundada en 1897 y que, con este gesto, intenta proyectarse hacia un país más plural, justo y representativo de su verdadera riqueza cultural.

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