Con 17 de las 26 provincias afectadas por la epidemia, las autoridades del Ministerio de Salud Pública, Higiene y Bienestar Social avanzan un plan de medidas de urgencia para tratar de frenar la propagación de la dolencia, en particular en Kinshasa, por ser la urbe más densamente poblada.

La capital igualmente se ha visto perjudicada por inundaciones que crearon condiciones propicias para el contagio, al destruir infraestructuras de salud y de suministro de agua potable, además de empeorar las condiciones higiénicas.

A esto se suman las situaciones generadas por el conflicto armado en el este del país, donde la violencia obliga a las personas a abandonar sus hogares para vivir muchas veces en condiciones de hacinamiento, sin atención de salud adecuada, mala alimentación y pésima higiene.

En Kinshasa se habilitaron dos nuevos centros de tratamiento del cólera que, unidos a los tres que ya existían, permitirán dar una atención más rápida a los casos emergentes.

Según el ministro de Salud, Roger Kamba, se espera que se abran ocho nuevas unidades de tratamiento.

El pasado jueves, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) donó 20 toneladas de medicamentos y botiquines médicos para la lucha contra el sarampión y el cólera, como parte del fortalecimiento de la respuesta a las epidemias que afectan a la RDC.

Al aceptar el lote, Kamba reconoció que uno de los desafíos en la respuesta es la insuficiencia de medicamentos y otros suministros; además de la necesidad de fortalecer la vigilancia de los proveedores de servicios y una mayor concienciación de la población y las instituciones para que cumplan con las medidas de higiene.

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