De acuerdo con las autoridades locales, los intensos choques entre grupos tribales beduinos y militantes de la comunidad drusa dejaron en las últimas 48 horas, 50 muertos, incluidos dos niños.
Detallaron que el número de perecidos incluye a 34 pobladores de Sweida, entre residentes y milicianos, incluidos dos niños, además de 10 combatientes de las tribus y seis efectivos del Ministerio de Defensa.

Con anterioridad, los ministerios de Defensa y del Interior enviaron refuerzos militares a Sweida, incluyendo diversos tipos de armas y decenas de efectivos, para apoyar los puestos de control de seguridad atacados.
Esta escalada se produce en el contexto de incidentes de detención mutua entre militantes locales y milicias tribales de la región, tras el ataque a un joven de Sweida por parte de un grupo tribal cerca de la localidad de Al-Masmiya. El joven fue golpeado y robado antes de ser liberado en estado crítico.
La máxima autoridad de la comunidad drusa en Siria el jeque Hikmat Al-Hajri anunció su rechazo a la entrada de las fuerzas de seguridad gubernamentales, y exigió una protección internacional inmediata y rápida, dada la gravedad de la situación.
Anteriormente, el gobernador de Sweida, Mustafa Al-Bakour, instó a los residentes a actuar con moderación y responder a las iniciativas tribales y nacionales que buscan contener la crisis, y enfatizó que el Estado hará todo por proteger a los ciudadanos y restablecer la seguridad.
A su vez, el clérigo de la comunidad drusa en Sweida, Hamoud Al-Hanawi, instó a todas las partes a recurrir a la razón y cesar de inmediato la escalada.
Advirtió contra la sedición, y consideró que «solo sirve a los enemigos de la unidad y amenaza la paz civil».
Hizo un llamado al presidente Ahmed Al-Shara y a los líderes tribales a tomar medidas urgentes para «sofocar la sedición, frenar la manipulación y proteger la dignidad». mem/fm





