“La deshidratación es una amenaza silenciosa que afecta a millones de personas a diario”, afirmó Nanshu Lu, profesor del Departamento de Ingeniería Aeroespacial e Ingeniería Mecánica de la Escuela de Ingeniería Cockrell, quien dirigió el estudio publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias.
Nuestro sensor portátil ofrece una forma sencilla y eficaz de monitorizar los niveles de hidratación en tiempo real, lo que permite a las personas tomar medidas proactivas para mantenerse sanas y rendir al máximo, detalló Lu.
Esta herramienta utiliza bioimpedancia, una técnica que mide cómo las señales eléctricas pasan por el cuerpo, para cheque
ar los niveles de hidratación.
Mediante electrodos estratégicamente colocados, el sensor envía una pequeña corriente eléctrica segura a través del brazo, la cual fluye por el cuerpo en dependencia de la cantidad de agua existente en los tejidos.
De acuerdo con los expertos, el agua es un buen conductor de electricidad, por lo que los tejidos hidratados permiten que la corriente pase con mayor facilidad, mientras que los deshidratados se resisten al flujo.
Los datos recopilados por el sensor se transmiten de forma inalámbrica a un teléfono inteligente, lo que permite a los usuarios monitorizar sus niveles de hidratación.
La hidratación es esencial para la salud humana, desempeña un papel fundamental en el mantenimiento de la función orgánica, la regulación de la temperatura corporal y el apoyo a los procesos fisiológicos vitales.
En tanto, la deshidratación —una afección causada por la insuficiencia de agua en el cuerpo— sigue siendo un problema común y a menudo ignorado.
Una deshidratación leve puede afectar la función cognitiva, el rendimiento físico y la termorregulación, mientras que una grave puede provocar afecciones potencialmente mortales, como cálculos renales, problemas cardiovasculares y golpe de calor.
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