El alcalde de Quito, Pabel Muñoz, reiteró este martes que, en el escenario más realista, el ducto estaría restituido entre el sábado y el domingo próximo.
Los trabajos de remoción de tierra tienen lugar en las faldas del cerro Antisana, a unos 50 kilómetros al sureste de la ciudad capital, donde cientos de personas laboran en condiciones climáticas complejas para construir también una plataforma, en la que se instalará la nueva tubería.
Entretanto, 80 camiones cisternas distribuyen agua entre los pobladores de las seis parroquias afectadas en la urbe.
Además, existen siete puntos de acopio para recibir donaciones de agua embotellada, bebidas hidratantes y paños húmedos, destinadas a la población más vulnerable.
Muñoz recalcó que todo aporte es bienvenido y llamó a coordinar las acciones entre el municipio y el Gobierno nacional.
El alcalde también cuestionó a quienes, en medio de la emergencia, aprovechan la situación para hacer “politiquería”.
Por otro lado, la vicepresidenta ecuatoriana, María José Pinto, el ministro de Transporte y Obras Públicas, Roberto Luque, y el secretario de Gestión de Riesgos, Jorge Carrillo, llegaron hasta el lugar donde ocurrió el desastre para constatar los avances de las obras.
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