Tales aseveraciones Bolsonaro las emitió durante una entrevista concedida al portal Poder360, después de la solicitud de condena presentada por la Fiscalía General ante el Supremo Tribunal Federal (STF).

En su alegato final remitido este lunes a la corte superior, el Ministerio Público Federal sostiene que el exmandatario lideró una estructura criminal que buscaba subvertir el Estado Democrático de Derecho.

Documentos, archivos digitales, manuscritos y otras pruebas respaldarían lo que describen como «una trama meticulosamente articulada» para deslegitimar los comicios y perpetuarse en el poder.

Entre las acusaciones formales figuran los delitos de golpe de Estado, organización criminal armada, tentativa de abolición violenta del orden constitucional, daño calificado por violencia o amenaza y deterioro de bienes públicos protegidos.

Bolsonaro, por su parte, se ampara en el argumento ya recurrente de que actuó «dentro de las cuatro líneas de la Constitución».

Sobre los borradores de decretos que contemplaban la anulación de los resultados electorales, admitió haberlos considerado, pero solo «como hipótesis» y «en busca de mecanismos legales para cuestionar al Tribunal Superior Electoral».

Con tono desafiante, el exgobernante minimizó las confesiones de su exayudante Mauro Cid, actualmente colaborador de la Fiscalía General, calificándolas de «versiones tergiversadas» y asegurando que no existe ninguna prueba concreta en su contra.

El político ultraderechista calificó los cargos en contra de «completamente absurdos» y afirmó haber sido víctima de un proceso en el que se vio obligado a «demostrar su inocencia».

Al comentar sobre su estrategia de defensa, Bolsonaro recordó que se encontraba en el extranjero cuando ocurrieron los actos del 8 de enero de 2023, que la Fiscalía General consideró como planes golpistas.

«Dos delitos están relacionados con vandalismo contra la propiedad, y yo estaba en Estados Unidos, no aquí. Es algo de lo que incluso me avergüenza hablar. Me avergüenza ver que la Procuraduría General de la República (Fiscalía) lo haya catalogado como mi delito», alegó-

Respecto a la acusación de intentar abolir violentamente el Estado de Derecho Democrático, el exgobernante (2019-2022) replicó que no portaba armas en las manifestaciones.

«¿Liderar una organización armada? Pero no había armas. La policía legislativa no incautó armas en la Cámara de Diputados ni en el Senado. Es difícil defenderse de semejante acusación», señaló.

La Fiscalía General no solicitó la prisión preventiva de Bolsonaro en este momento.

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