Desde la extrema derecha y la izquierda acusaron al gobierno de atacar el bolsillo de los franceses, en particular de los trabajadores.
La principal figura de Agrupación Nacional, Marine Le Pen, aseguró que si el primer ministro mantiene su propuesta, esa organización lo censurará. Este gobierno prefiere tomarla con los franceses, los trabajadores y los retirados, en lugar de enfrentar el despilfarro, reaccionó en X la varias veces candidata presidencial por la extrema derecha.
También líderes de la izquierda, como Jean-Luc Mélenchon (La Francia Insumisa), Olivier Faure (socialistas) y Fabien Roussel (comunistas) fustigaron el plan de Bayrou, que propone ahorros o recortes por más de 43 mil millones de euros bajo el argumento de sanear las finanzas públicas, sobre todo de frenar el incremento de la deuda.
Mélenchon calificó de violencia social el presupuesto pretendido y coincidió en que “Bayrou debe partir”.
La moción de censura podría llegar en el otoño, y la misma podría tener enormes posibilidades de éxito, si la acompañan en la Asamblea Nacional tanto la izquierda como la extrema derecha.
En diciembre del año pasado esas fuerzas políticas unieron votos, pese a su distancia ideológica, para derribar al entonces primer ministro, Michel Barnier, precisamente por impulsar un presupuesto con afectaciones en el sector social.
Según Bayrou, no le teme a la censura, al considerar que hizo lo necesario.
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