El ajuste mantendría 400 mil millones de euros (el 30 por ciento del total) para zonas deprimidas en el marco financiero 2028-2034.
La medida busca evitar fracturas políticas en el seno del ejecutivo comunitario.
Analistas del Observatorio Europeo de Políticas Regionales destacan que este retroceso evidencia las tensiones entre Estados ricos y periféricos, pues las economías del sur exigen mayor solidaridad.
La propuesta inicial buscaba centralizar la gestión de fondos en gobiernos nacionales, lo que generó críticas por posible aumento de desigualdades intrarregionales.
Italia y Rumanía lideraron la oposición al plan.
De acuerdo con la fuente, el nuevo texto incluye garantías suficientes para las regiones, pero podría llevar recortes en otros rubros estratégicos como defensa y transición energética.
El presupuesto plurianual representa cerca del uno por ciento del PIB comunitario.
Durante su mandato, el ex canciller federal alemán, Olaf Scholz, rechazó aumentar contribuciones nacionales, mientras Francia e Italia enfrentan límites por sus déficits fiscales, lo cual complica la ampliación del techo presupuestario.
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