Firmado por el vicepresidente Geraldo Alckmin y el canciller Mauro Vieira, el documento insta a la Casa Blanca a negociar y exige una respuesta a una propuesta confidencial enviada en mayo.
Dirigida al secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, y al representante comercial, Jamieson Greer, la misiva fue remitida este martes y en ella Brasil reitera su disposición al diálogo para alcanzar una solución «mutuamente aceptable» que preserve la histórica relación económica entre ambos países.
«El Gobierno brasileño expresa su indignación por el anuncio, hecho el 9 de julio, de la imposición de aranceles de importación del 50 por ciento a todos los productos exportados por Brasil a Estados Unidos, a partir del 1 de agosto», se lee en el documento.
La carta advierte que «la imposición de aranceles tendrá un impacto muy negativo en sectores importantes de ambas economías, poniendo en riesgo una asociación económica históricamente fuerte y profunda entre nuestros países».
Desde principios de año, cuando el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció una serie de aranceles sobre bienes importados, Alckmin y Vieira mantienen conversaciones con funcionarios norteamericanos, incluyendo a Lutnick y Greer.
Sin embargo, Washington no ha mostrado señales de querer negociar.
De acuerdo con fuentes de la administración del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, citadas por la estación televisiva GloboNews a través del portal G1, la administración Trump aún no se ha acercado formalmente a Brasil para negociar el arancel.
La semana pasada, el republicano envió una carta a Lula con la afirmación errónea de que Estados Unidos tiene una relación comercial desfavorable con Brasil.
No obstante, las cifras demuestran que el país norteño vende más de lo que compra al gigante sudamericano en términos de valor agregado.
En la carta a Lutnick y Greer, los funcionarios brasileños argumentan que Brasil ha acumulado «grandes déficits comerciales» con Estados Unidos en bienes y servicios.
Destacan que, en los últimos 15 años, este saldo negativo ha alcanzado casi 410 mil millones de dólares, según datos del propio Gobierno norteamericano.
«Para avanzar en estas negociaciones, Brasil ha solicitado, en varias ocasiones, que Estados Unidos identifique áreas específicas de preocupación para el Gobierno estadounidense», concluye el documento, subrayando la postura de Brasilia en busca de una resolución a esta disputa comercial que amenaza la dinámica relación bilateral.
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