Cinco violentas incursiones dejaron casi destruido a la sede militar ubicada en la emblemática plaza Omeya, mientras se registraron daños en los edificios de la Biblioteca Nacional, la Ópera, la Radiotelevisión y edificios residenciales.
Las ambulancias acudieron al lugar en medio de reportes iniciales sobre decenas de militares y civiles entre muertos y heridos.
Anteriormente, aviones de guerra israelíes reanudaron sus ataques con misiles contra posiciones del ejército sirio, en la ciudad sureña de Sweida, donde violentos choques entre milicias drusas y las fuerzas gubernamentales dejaron desde el domingo pasado, al menos 200 muertos y más de 400 heridos.
Israel escaló desde el domingo último, sus incursiones aéreas contra las fuerzas gubernamentales, en las provincias de Sweida y Deraa, en el sur del país.
De acuerdo con lo difundido por la agencia oficial de noticias SANA, varios militares perdieron la vida y se produjeron daños materiales.
Tel Aviv aseguró que continuaría sus bombardeos a menos que las fuerzas del gobierno se retiren de la provincia de Sweida, habitada por la minoría drusa que Israel alega querer proteger.
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