En unas palabras televisas tras cuatro días de sangrientos enfrentamientos en la provincia sureña de Sweida y violentos bombardeos israelíes contra Damasco, Al-Shara dijo que Tel Aviv busca una vez más transformar el territorio sirio en un escenario de caos infinito, con la intención de desmantelar la unidad y debilitar la capacidad de avanzar en el proceso de reconstrucción y recuperación.

La entidad israelí utiliza implacablemente todos los medios para sembrar conflicto y disputa, ignorando el hecho de que los sirios, con su larga historia, han rechazado toda forma de separación y división, afirmó el Gobernante.
En cuanto a los recientes ataques aéreos israelíes contra las sedes del Ministerio de Defensa y de la Presidencia, el mandatario opinó que poseer un gran poder no significa necesariamente alcanzar la victoria.
Aclaró que su país no se dejará arrastrar a la guerra ya que ello fragmentará el país y dispersará los esfuerzos y llevará la nación hacia el caos y la destrucción.
Reveló una mediación estadounidense, árabe y turca, para detener la escalada israelí, y añadió que Damasco optó por evitar una guerra abierta con la entidad israelí que podría desestabilizar Siria y toda la región.
Israel escaló desde el domingo último, sus incursiones aéreas contra las fuerzas gubernamentales, en las provincias de Sweida y Deraa, en el sur del país.
En este sentido, cazas israelíes lanzaron este miércoles varias incursiones contra las instalaciones del Palacio del Pueblo que alberga las oficinas de la presidencia siria, y el edificio que alberga el Ministerio de Defensa y el Estado Mayor General, en Damasco.
De acuerdo con lo difundido por la agencia oficial de noticias SANA, varios militares perdieron la vida y se produjeron daños materiales.
Por otro lado, al menos 350 personas, incluidos militares, irregulares y civiles, murieron en los combates ocurridos desde el domingo último, en la ciudad de Sweida, cabecera de la provincia homónima en el sur de Siria.
En su balance más reciente, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) informó que, del total, hay al menos 79 combatientes drusos, 55 civiles, 189 miembros de las fuerzas gubernamentales y 18 combatientes beduinos.
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