Hace 31 años el potente estallido de un cochebomba a las 09:53 hora local destrozó la sede de la AMIA en la calle Pasteur 633 con saldo de 85 muertos y más de 300 heridos.

Como sucede en cada acto en ese sitio porteño a la hora exacta del atentado se escuchó el sonido de la sirena y luego se leyeron los nombres de los fallecidos. Como condimento adicional este año estuvo presente el presidente Javier Milei con varios de sus ministros, aunque no usó de la palabra.
Paralelamente a esa ceremonia que organizan la AMIA y la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), el ala más ultraconservadora y política de esa comunidad, y a la misma hora se congregaron en Plaza Lavalle familiares y amigos de las víctimas nucleados en Memoria Activa en otro acto conmemorativo.
Está previsto otro recordatorio en la tarde en la Asociación de Abogados, con la participación de miembros de Memoria Activa, el Llamamiento Argentino-Judío, familiares nucleados en la Asociación por el Esclarecimiento de la Masacre Impune de la AMIA (Apemia) y amigos de las víctimas del colectivo 18-J.
Aunque coincidentes en el mismo recordatorio, esos actos tuvieron un matiz diferente en cuanto al mensaje. En el de AMIA-DAIA hay fuerte respaldo al juicio en ausencia que impulsa el juez Daniel Rafecas dirigido a condenar a siete iraníes y tres libaneses, que según la investigación que hoy conduce el fiscal Sebastián Basso, tuvieron relación con el atentado.
Será el primero de su tipo que se realice bajo ese formato en Argentina, y el otro eje de ese acto fue la condena del terrorismo, en especial las muertes en Israel del 7 de octubre de 2023 y de Irán como instigador, así todos los dedos apuntan contra Teherán.
En la ceremonia de la Plaza Lavalle aunque también giró en torno al proceso en ausencia, la mayor parte de las agrupaciones allí reunidas cree que el juicio es una maniobra para cerrar la causa, sin pruebas sólidas.
En un comentario por la ocasión, el diario Página12 señala que Apemia, el Llamamiento Judío y el 18-J creen que con ese proceso sus promotores solo intentan sacarse el caso de encima, con una condena más basada en la geopolítica que en las evidencias.
La polémica también se dirime en la justicia en la cual Apemia apeló contra el juicio en ausencia.
Y como en casi todos estos aniversarios reapareció de nuevo el toque mediático con la insistencia anual del fiscal Eduardo Taiano de revivir la causa por la muerte del fiscal Alberto Nisman, y convocó a declarar a 90 militares de la Inteligencia del Ejército y a 200 civiles que supuestamente fueron personal de ese cuerpo.
Diez años y medio del suicidio de Nisman, los investigadores no pudieron hallar prueba alguna de que alguien entró al edificio, al departamento y menos al baño donde fue encontrado el fiscal muerto; sin embargo de esa manera se mantiene abierta una causa que apunta más directamente contra el entonces gobierno de Cristina Fernández.
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