Blume envió una carta a los empleados del fabricante germano de automóviles deportivos indicándoles que deben prepararse para una nueva serie de duras medidas.
Dijo que la situación sigue siendo grave y la industria se está desarrollando con gran dinamismo. Dicha carta fue facilitada a la agencia alemana DPA en Stuttgart.
Por lo tanto, argumentó el ejecutivo, Porsche debe responder con flexibilidad y rapidez a los cambios.
En el segundo semestre de 2025, representantes de la empresa y los trabajadores negociarán un segundo paquete estructural para asegurar el rendimiento de la empresa a largo plazo, explicó.
A principios de año, la automotriz anunció su intención de reducir mil 900 puestos en la región de Stuttgart para 2029.
El modelo de negocio de la empresa durante décadas ya no funciona de esta forma, continuó Blume.
La lenta transición a la movilidad eléctrica también está asociada a importantes inversiones en la flexibilidad de los sistemas de propulsión, lamentó. Porsche prevé costes adicionales de hasta mil 300 millones de euros para esto, entre otros factores.
La gerencia planea presentar las cifras correspondientes al primer semestre a finales de julio, en las que se verá reflejada la caída de ventas, especialmente en China.
mem/rfc