La cartera sanitaria precisó en un comunicado que con las lluvias proliferan estas especies en zonas boscosas y rurales, por lo que “son una opción popular en la cocina del país”, aunque algunas contienen sustancias tóxicas, añadió.
Sobre ello, acotó el medio de prensa, el organismo del Estado solicitó a la población extremar las precauciones y a todos los servicios de salud intensificar acciones enfocadas en la vigilancia con equipos de respuesta inmediata.
Instó, por otra parte, a prevenir y tener listas las emergencias y laboratorios de la red hospitalaria por posibles casos de intoxicación por hongos silvestres.
Además, conseguir imágenes de las plantas consumidas, en donde sea posible para su identificación, así como llenado completo de la ficha epidemiológica. La historia de este territorio centroamericano está marcada por brotes de intoxicación debido al consumo de hongos silvestres venenosos, mayormente por el género Amanita.
Las autoridades sanitarias advirtieron que en el 2024, entre mayo y septiembre, se registraron 26 casos de intoxicación, con el departamento de Huehuetenango (ocho), Jalapa (siete), Sololá (seis), Totonicapán (tres) y Quiché (dos), como los más afectados.
Un año antes la cifra registrada fue de 22, nueve niños y 13 adultos, de los cuales nueve perdieron la vida.
A nivel mundial, la nación destaca en el tercer puesto por utilizar esta vía de alimentación, a partir de las tradiciones locales, de acuerdo con datos oficiales.
Cálculos evidencian que cada año ocurren ocho mil casos de intoxicación debido al consumo de hongos silvestres, con un promedio de 10 víctimas fatales, de las cuales Guatemala registra la mitad.
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