Un reporte publicado en el sitio digital del diario Corriere della Sera, basado en partes del Instituto Superior de Salud (ISS), indica que este año, hasta el 20 de julio, se confirmaron en el país 10 casos, de ellos siete en Lacio, donde una mujer de 82 años falleció recientemente en la ciudad de Fondi, provincia de Latina.
Cuatro de los infectados reportados en esa zona son del sexo masculino y la edad promedio de los mismos es de 72 años. De ellos seis presentaron la forma neuroinvasiva, y el restante solo mostró síntomas febriles, precisa el informe.
Maria Rosaria Campitiello, jefa del Departamento de Prevención del Ministerio de Salud, indicó en un comunicado tras darse a conocer esas cifras que esa institución “coordina actualmente el constate monitoreo de la situación en colaboración con las autoridades regionales, el ISS el Centro Nacional de Sangre y el Centro Nacional de Trasplantes”.
En tal sentido, el 17 de julio se emitió un plan para la vigilancia del virus del Nilo Occidental, especialmente en la región del Lacio, para agilizar los diagnóstico por parte de los médicos quienes, cuando se presenta fiebre sin causa aparente o aparecen síntomas neurológicos, deben realizar de inmediato pruebas específicas.
Por su parte Massimo Ciccozzi, profesor de Estadística Médica y Epidemiología en la Universidad Campus Bio-Medico de Roma, alertó que “junio y julio son los meses predilectos para que vectores como los mosquitos propaguen enfermedades infecciosas”.
El virus del Nilo Occidental, transmitido por el mosquito Culex, es asintomático en el 80 por ciento de los humanos, y solo en dos de cada diez casos se presentan fiebre, dolor de cabeza, náuseas y erupciones cutáneas, mientras es de 1,0 puntos el porcentaje de quienes muestran síntomas neurológicos graves, en especial personas mayores o frágiles.
La propagación del agente transmisor de este mal, que no tiene terapia ni vacuna específica, es cada vez mayor debido, entre otros factores, al cambio climático, con el aumento de las temperaturas medias en Italia, que traen como consecuencia inviernos suaves y veranos cada vez más calurosos, expuso Ciccozzi.
Alessandro Miani, presidente de la Sociedad Italiana de Medicina Ambiental (SIMA), apuntó al respecto que ante el incremento de esa amenaza “es necesaria una vigilancia entomológica y virológica constante, especialmente durante los meses cálidos, de mayo a octubre, elevando la prevención con acciones diarias”.
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