Como saben, Israel no desea la estabilidad. Cree que una Siria integrada no le beneficiaría, y por eso sigue provocando, dijo Erdogan y agregó que Al Sharaa (presidente sirio de transición) ha adoptado una postura firme en el conflicto.
El sábado, Al Sharaa, declaró un alto el fuego general y llamó a las partes enfrentadas a cesar inmediatamente las hostilidades. Al día siguiente, el embajador de Estados Unidos y enviado especial para Siria, Thomas Barrack, confirmó que la tregua entró en vigor.
Pero el desafío estratégico más grave es el intento israelí de ocupar la región utilizando ese conflicto como excusa, dijo Erdogan y añadió que “el pueblo sirio, en todos sus sectores, ha aprendido de sus sufrimientos pasados y no tiene intención de dejarse arrastrar a este tipo de juegos”.
Desde el 13 de junio, la ciudad siria de Al Suwayda registró enfrentamientos armados entre integrantes de la comunidad drusa y las tribus beduinas que dejaron al menos 30 muertos y decenas de heridos.
Las fuerzas que el Gobierno de Damasco desplegó en la zona para detener la ola de violencia, también fueron atacadas sufriendo unas 20 bajas.
La incorporación de combatientes islamistas aliados al Gobierno incrementó la preocupación en diferentes sectores de la comunidad drusa. Israel, que mantiene vínculos con la comunidad drusa tanto dentro como fuera de su territorio, lanzó ataques contra las fuerzas sirias que avanzaban hacia Al Suwayda.
Las autoridades sirias condenaron los bombardeos, calificándolos como una violación de su soberanía y un acto de injerencia en sus asuntos internos.
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