En el documento, divulgado en el sitio oficial de la cancillería italiana, se señala que “la guerra en Gaza debe terminar ya”, y se considera que el sufrimiento de la población civil en la Franja “ya alcanza niveles insoportables”.
“Condenamos la lentitud en la entrega de ayuda humanitaria y el asesinato inhumano de civiles, incluidos niños, que intentan satisfacer sus necesidades básicas de agua y alimentos” apuntan los firmantes, entre los que se encuentran además los ministros de Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca y Finlandia.
También rubricaron el texto los cancilleres de Estonia, Francia, Japón, Irlanda, Islandia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Noruega, Nueva Zelanda, Países Bajos, Polonia, Portugal, Eslovenia, España, Suecia, Suiza, Reino Unido, y el comisario de la Unión Europea para Igualdad, Preparación y Gestión de Crisis.
“Es terrible que más de 800 palestinos hayan muerto mientras intentaban acceder a ayuda”, para satisfacer sus necesidades básicas de agua y alimentos, lamentan en relación con los más recientes bombardeos de Tel Aviv, que ya costaron la vida a casi 60 mil personas, entre ellas un elevado número de mujeres y niños.
“La negativa del gobierno israelí a proporcionar asistencia humanitaria esencial a la población civil es inaceptable. Israel debe cumplir con sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario”, enuncian.
En tal sentido, instan al gobierno de ese país a que levante de inmediato las restricciones a los flujos de ayuda y permita urgentemente que las Naciones Unidas y las organizaciones humanitarias realicen su labor vital de forma segura y eficaz.
Califican de totalmente inaceptables las propuestas de trasladar a la población palestina a una supuesta “ciudad humanitaria” y aseveran que “el desplazamiento forzado permanente constituye una violación del derecho internacional humanitario”.
“Nos oponemos firmemente a cualquier medida que implique cambios territoriales o demográficos en el Territorio Palestino Ocupado”, expresan en relación con ese plan anunciado por Israel que, de implementarse, dividiría el futuro Estado palestino en dos.
“Instamos a las partes y a la comunidad internacional a unirse en un esfuerzo común para poner fin a este terrible conflicto mediante un alto el fuego inmediato, incondicional y permanente. Un mayor derramamiento de sangre no sirve de nada”, expresa finalmente la declaración.
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