Anwar explicó que, pese a la importancia del comercio con Washington, la política Bumiputera, que protege los derechos económicos de malayos e indígenas, es una “línea roja” innegociable, aunque se considerada “discriminatoria” desde el exterior.
En su rol como ministro de Finanzas, el jefe de gobierno reafirmó el compromiso de proteger las adquisiciones y oportunidades para las empresas locales dentro de esos diálogos.
Señaló que la estrategia nacional es “más minuciosa y firme” para resguardar los intereses del país, al tiempo que fortalece las relaciones comerciales con China y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático.
“Debemos seguir comerciando de manera positiva con todas las naciones, pero sin permitir que ninguna imponga condiciones coercitivas”, concluyó.
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