El funcionario realizó esas declaraciones durante la inauguración de una reunión nacional en esta capital sobre el tema, en el contexto del avance de los brotes de fiebre aftosa (FMD) en la nación africana y su impacto creciente en la ganadería y el comercio exterior.
En los últimos meses, Sudáfrica ha enfrentado brotes significativos y persistentes de fiebre aftosa en varias provincias, incluyendo la suroriental KwaZulu-Natal, la oriental Mpumalanga, la central Gauteng y, recientemente, la también central Free State.
Como consecuencia, las autoridades han tenido que restringir el movimiento de ganado, afectando severamente la industria cárnica y generando pérdidas considerables en el comercio internacional del país.
Steenhuisen enfatizó que, a diferencia de otras economías, Sudáfrica no ha implementado adecuadamente la regionalización en el control de enfermedades, práctica reconocida mundialmente para evitar prohibiciones comerciales a nivel nacional cuando los brotes están localizados.
“Tenemos la ciencia, pero fallamos en coordinación institucional y claridad legal. Esta debilidad ha costado acceso a mercados y debilitado nuestra posición negociadora”, afirmó.
En ese contexto, el ministro anunció la designación de las veterinarias Emily Mogajane y Nomsa Mnisi para liderar el diseño de un marco nacional de regionalización, alineando procedimientos con la Ley de Sanidad Animal y fortaleciendo la capacidad de las provincias.
El plan incluirá, reveló, la definición operativa de zonas sanitarias diferenciadas para los principales sectores pecuarios, el respaldo a las autoridades provinciales en el cumplimento de sus roles y la agilización de trámites de exportación e importación.
En el encuentro, al que asisten expertos veterinarios, académicos y representantes del sector agropecuario, Steenhuisen también urgió la consolidación de alianzas público-privadas para garantizar la seguridad de vacunas esenciales.
De otro lado, el reciente agotamiento del banco nacional de vacunas y la imposibilidad de producir dosis suficientes de FMD a nivel local obligó a Sudáfrica a importar de urgencia desde Botswana, situación que el ministro calificó como “insostenible” para un país con alto volumen ganadero y ambiciones exportadoras.
Steenhuisen recalcó que solo una inversión conjunta Estado-sector privado permitirá crear un banco nacional de vacunas, administrado estratégicamente para todas las enfermedades de control obligatorio.
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