El documento internacional rechaza de manera categórica todo intento de desplazamiento forzado, así como cualquier modificación demográfica o geográfica en los territorios palestinos ocupados, al tiempo que exhorta a las autoridades israelíes a cumplir con sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario.

El portavoz oficial de la cancillería jordana, Sufian Qudah, manifestó el reconocimiento del Reino a los principios contenidos en dicha declaración, especialmente su condena a la expansión de los asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Oriental, la violencia de los colonos y las restricciones impuestas a la labor de las agencias humanitarias y de Naciones Unidas en los territorios ocupados.

Qudah subrayó que el pronunciamiento se enmarca en los esfuerzos internacionales por lograr un alto el fuego inmediato, permanente y sostenible que ponga fin a la catástrofe humanitaria que afecta a millones de palestinos en Gaza.

Asimismo, reiteró el apoyo de Amán a las iniciativas de mediación impulsadas por Egipto, Qatar y Estados Unidos con vistas a alcanzar una tregua duradera que permita la reconstrucción del enclave y la reanudación del proceso político.

En ese contexto, el funcionario reafirmó la posición de principios de Jordania en favor de una solución política integral basada en la creación de un Estado palestino independiente dentro de las fronteras previas al 4 de junio de 1967, con Jerusalén Oriental como su capital, en conformidad con las resoluciones pertinentes de Naciones Unidas.

La declaración conjunta fue suscrita por Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Chipre, Dinamarca, Estonia, Eslovenia, España, Finlandia, Francia, Grecia, Islandia, Irlanda, Italia, Japón, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Nueva Zelanda, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, Suecia y Suiza. El texto denuncia como “horribles” las muertes de miles de civiles en Gaza y representa un incremento en la presión diplomática internacional sobre Israel para que ponga fin a su ofensiva.

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