En una misiva dirigida al presidente egipcio, Abdel Fattah al Sisi, el Ejecutivo sandinista señaló que esa gesta emblemática, liderada por el movimiento de los Oficiales Libres, marcó el camino hacia un proceso de transformación nacional basado en la justicia social, la dignidad y la autodeterminación del pueblo.
“Recordamos con admiración la resiliencia, cultura milenaria y profunda conciencia histórica del Pueblo egipcio, forjado a orillas del majestuoso Río Nilo, y que a lo largo del tiempo ha sido símbolo de sabiduría, resistencia y grandeza”, subrayó.
Nicaragua reiteró la firme voluntad de continuar fortaleciendo los históricos lazos de amistad, solidaridad y cooperación entre los dos pueblos y gobiernos, “unidos por la convicción común de que otro Mundo es posible, basado en el respeto mutuo, la soberanía y la multipolaridad».
Desde nuestra Nicaragua, siempre bendita y siempre libre, reciba querido hermano, nuestro abrazo fraterno y revolucionario, así como el cariño y respeto del pueblo nicaragüense, concluyó el texto firmado por los copresidentes Daniel Ortega y Rosario Murillo.
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