Análisis apuntan que ser selectivo en las relaciones sociales puede hablar más de inteligencia y autenticidad que de aislamiento.
Según las pesquisas, estas personas de coeficiente intelectual elevado por lo general dedican más tiempo a actividades creativas, intelectuales o personales para llenar sus expectativas, de ahí que no sienten la necesidad de constante interacción social.
En otros casos, el no tener amigos o relacionarse en un círculo muy cerrado responde a experiencias vividas, sufrimiento de traiciones, decepciones o vínculos dañinos anteriores.
Las investigaciones señalan que lo experimentado durante la vida puede generar mayor cuidado a la hora de abrirse emocionalmente a los demás.
Esta actitud es especialmente común en personas introvertidas, que valoran su mundo interior y prefieren relaciones donde puedan ser ellas mismas tal y como se perciben y quieren.
Otros estudios dan cuenta que en promedio, una persona va a tener un máximo de 150 personas conocidas dentro de su círculo afectivo, pero con diferente jerarquía.
En el primer círculo están las amistades íntimas, en el segundo 10 y 12 buenas amistades y sigue un tercer círculo con unas 30 o 35 personas por las que se siente afecto y confianza, a las que se trata con frecuencia.
Por último están las amistades menos íntimas, alrededor de unas cien personas, que llegaron a ser bastante cercanas en alguna etapa y esferas sociales a lo largo del tiempo.
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