El Centro de Vulcanología y Mitigación de Riesgos Geológicos de este país asiático registró columnas de cenizas de hasta mil metros sobre la cima de Monte Semeru y recomendó a los residentes evitar la zona sureste en un radio de ocho kilómetros (km) del cráter, pues los flujos piroclásticos y la lava podrían extenderse hasta 13 km.
De igual manera, la entidad advirtió a las comunidades sobre posibles desastres secundarios, como inundaciones de lava, flujos de lodo y lluvia de ceniza a lo largo de ríos y valles, especialmente cerca del río Besuk Kobokan.
Por su parte, la última columna de ceniza de Monte Marapi alcanzó los mil 200 metros de altura y en lo que va del mes de julio ha entrado en erupción siete veces.
Las autoridades decidieron elevar aquí la alerta al nivel tres, de una escala de cuatro, y aconsejaron a los lugareños, así como a excursionistas y turistas, que permanezcan al menos a 4,5 kilómetros del cráter Verbeek.
Entre los efectos para la salud de la caída de cenizas, los expertos alegan que perjudica desde la visión hasta las vías respiratorias, además de ocasionar daños al sector agrícola.
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