El secretario ejecutivo de la Cámara Nacional de Distribuidores de Derivados del Petróleo del Ecuador, Oswaldo Erazo, alertó a través de su cuenta en X sobre el racionamiento de gasolina Extra (de bajo octanaje) para el sector automotriz.
“Es urgente una explicación de Petroecuador y se dé una solución”, escribió Erazo en la red social.
El medio local Radio Pichincha asegura que consultó a representantes de las tres empresas de distribución de combustible en Quito y confirmó que Petroecuador redujo la venta de gasolina desde esta semana, lo que obligó a ciertas gasolineras de la ciudad a reducir la venta del hidrocarburo.
La Refinería Esmeraldas, la más grande del país con capacidad para procesar 110 mil barriles de crudo, dejó de operar tras un incendio en la instalación ocurrido el 26 de mayo pasado.
Se esperaba que en julio volviera a funcionar, sin embargo, no ocurrió y en estos momentos Ecuador depende de las importaciones.
A eso se suma la paralización del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) y del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) por el avance de la erosión regresiva en el río Coca, fenómeno que amenaza con destruir la infraestructura petrolera.
En ese contexto, medios locales señalan que la demanda de combustible es mayor a la capacidad de descarga en la terminal marítima de la provincia de Esmeraldas y, por tanto, han disminuido las reservas de gasolina.
La ministra de Economía y Finanzas, Sariha Moya, afirmó que Ecuador perderá entre 400 y 500 millones de dólares en el mes de julio debido a la crisis petrolera.
No obstante, señaló que el Gobierno coordina con el Ministerio de Energía y Minas una inversión tecnológica que permita incrementar la producción en los próximos meses y así compensar las pérdidas.
El pasado lunes, la portavoz del Gobierno, Carolina Jaramillo, manifestó que la reactivación de la producción petrolera en Ecuador dependerá de la situación climática.
La vocera aclaró que no están apagados todos los pozos de extracción de crudo y, en cuanto al arranque de la Refinería de Esmeraldas, indicó que depende de la reactivación de los oleoductos.
El Frente de Defensa Petrolero responsabilizó al Gobierno por un “colapso sin precedentes”, atribuible a la falta de previsión, a la mala gestión de Petroecuador y a la inestabilidad administrativa.
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