La iniciativa forma parte de la estrategia global “End TB” promovida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para erradicar la TB para 2035.
El encuentro, que se extiende por dos días, reúne a científicos, responsables de políticas sanitarias, expertos, académicos, representantes de donantes, reguladores y organizaciones de la sociedad civil, incluyendo sobrevivientes de TB.
Su objetivo es desarrollar una hoja de ruta específica para Sudáfrica que prepare al sistema de salud nacional, la comunidad y las cadenas de suministro para la incorporación eficaz de las vacunas de nueva generación que están en fase avanzada de ensayos clínicos.
Actualmente, la única vacuna autorizada contra la TB es la Bacille Calmette-Guérin (BCG), utilizada desde hace más de un siglo para prevenir formas graves en niños pequeños.
Sin embargo, recuerda el Ministerio, la carga alta de tuberculosis en Sudáfrica y la aparición de nuevas formulaciones más efectivas elevan la urgencia de una estrategia robusta para su despliegue a gran escala.
Durante la inauguración del taller, el ministerio destacó el papel central de Sudáfrica en la investigación y desarrollo global de vacunas antituberculosas, así como su compromiso para acelerar el acceso a innovaciones que puedan reducir drásticamente la mortalidad y morbilidad asociadas.
Entre los temas clave que se tratarán figuran el fortalecimiento de las capacidades de suministro, la financiación sostenible, la formación del personal sanitario, la participación comunitaria y la adaptación normativa.
Se espera que mañana, en la jornada final de la cita, el ministro de Salud, Aaron Motsoaledi, resuma el mensaje principal del evento, acompañado por la representante de la OMS en Sudáfrica, Shenaaz El-Halabi, y otros altos funcionarios.
Este taller se considera aquí como un hito histórico nacional, pues es la primera vez que se realiza una sesión dedicada exclusivamente a la preparación para la implementación de vacunas contra la TB.
En los últimos meses, recuerda el ministerio, varios candidatos vacunales avanzan en ensayos clínicos en el país. Por ejemplo, la vacuna MTBVAC, derivada de Mycobacterium tuberculosis, ha demostrado en estudios preliminares perfiles prometedores de seguridad e inmunogenicidad en recién nacidos y adultos, posicionándose como una alternativa a la BCG.
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