El sector turístico atraviesa una situación crítica: la ocupación hotelera proyectada para la primera semana de las vacaciones de invierno alcanza solo el 46 por ciento a nivel nacional y cae a 37 por ciento en la segunda, advirtió la Asociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina (AHT).

El panorama es desalentador, el desplome del turismo interno golpea con fuerza al sector hotelero, que enfrenta cierres, suspensiones y despidos. Empresarios y gremios advierten que la situación es crítica y que miles de empleos están en riesgo si no se implementan medidas urgentes.

Según gremios como la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de Argentina y la Asociación de Trabajadores del Estado, la falta de políticas activas por parte del Gobierno y las restricciones salariales generaron un clima de desaliento que se traduce en cierres temporales y reducción de personal.

“Cada dos o tres días cierra un local, y con cada cierre se pierden entre tres y seis empleos”, afirmaron sobre un destino importante del país como es Mar del Plata. Se calcula que a escala nacional se pierden 300 puestos de trabajo en hoteles.

Las condiciones económicas agravan la situación: las tarifas de energía y de servicios aumentaron de 300 a 400 por ciento, mientras los sueldos subieron cerca de 180 por ciento. El traslado parcial de esos costos a las tarifas no alcanza y muchos empleadores se resisten a mantener las estructuras actuales, señala un reportaje del canal de noticias C5N.

Líderes empresariales citados por C5N solicitaron una baja en la alícuota del IVA ya que la crisis del sector es tal que no pueden esperar mucho tiempo más.

Frente al creciente desempleo y cierre de hoteles de dos y tres estrellas, los empresarios reconocen que la supervivencia depende de ajustes extremos como reducción de personal, ahorro de energía y contención mínima del servicio básico.

Son pocos los destinos que anticipan un alto desempeño, reflejan datos de la AHT que observa un notable deterioro respecto al año anterior.

El escenario es especialmente adverso –explica- por el descenso del turismo receptivo en comparación con el período previo a la pandemia, el abaratamiento de los destinos en el exterior debido a la apreciación cambiaria y una tendencia marcada entre los viajeros nacionales a reducir estadías y decidir sus viajes a último momento.

Frente a este panorama, los operadores apuestan por promociones y congelamiento de precios, pero la actividad no logra repuntar, advirtió la AHT en un informe.

La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) informó que en los dos feriados de junio viajaron 16,6 por ciento menos de personas y el gasto total se redujo 27,9 por ciento respecto a las mismas fechas del año pasado.

Se observa un turista más austero que, si bien recortó gastos en servicios recreativos y en compras comerciales, su principal ajuste fue reducir estadía.

Mientras tanto, el turismo emisivo sigue creciendo. Las estadísticas oficiales muestran que 6,7 millones de argentinos viajaron al exterior en los primeros cinco meses del año, 66 por ciento más que en igual período de 2024.

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