El Ejército tailandés comunicó que los ataques lanzados por sus F-16 destruyeron los puestos militares camboyanos de las Divisiones 8 y 9 de los Comandos de Fuerzas Especiales.
Por su parte, el Ministerio de Defensa de Camboya condenó enérgicamente la ofensiva, calificó el hecho de “brutal agresión militar” y advirtió que Phnom Penh se ve obligada a ejercer su derecho soberano y territorial frente a lo que describe como una invasión tailandesa.
Ambas naciones se acusan mutuamente del inicio de la hostilidad este jueves, pues afirman que el contrario agredió primero.
Un soldado tailandés perdió su pierna derecha la víspera, al pisar una mina terrestre en un territorio fronterizo en Ubon Ratchathani.
Tailandia responsabiliza a Camboya de la colocación de minas terrestres en su territorio, en violación de acuerdos internacionales como la Convención de Ottawa.
La Embajada de Tailandia en Camboya instó a sus ciudadanos a salir de ese país, luego que comenzaran los actuales enfrentamientos bélicos y ante el riesgo de que los ataques puedan extenderse y agravarse.
El 28 de mayo anterior, el encuentro de los Ejércitos de los dos países en una zona fronteriza sin demarcar y reclamada por ambos gobiernos, culminó en un enfrentamiento que ocasionó la muerte de un soldado camboyano.
La disputa combina elementos históricos no resueltos, pues la frontera fue cartografiada por Francia en 1907, pero sigue teniendo varios puntos sin demarcar, que han propiciado enfrentamientos a lo largo de los años.
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