Hasta las 16:00 (hora local) de este miércoles, la lluvia y las inundaciones causaron, además, daños a más de 680 viviendas, en su mayoría por la voladura de techos, el anegamiento de unas tres mil 800 casas y de 89 mil 700 hectáreas de arrozales, y ocurrieron seis incidentes con diques en Hanói, Ninh Binh y Thanh Hoa, indicó la propia fuente.
Al dar a conocer la información, el diario Hanoi Moi refirió también que la víspera la depresión tropical, en el Mar del Este, se intensificó hasta convertirse en la tormenta número cuatro de la actual temporada, conocida internacionalmente como Comay.
Se pronostica que la tormenta continuará fortaleciéndose, causando fuertes vientos y grandes olas, aunque probablemente luego se debilite en el mar al norte de la isla de Luzón, en Filipinas, y continúe desplazándose hacia el este de Taiwán (China).
Por otra parte, dijo la agencia de noticias VNA, el viceprimer ministro Mai Van Chinh y una delegación del Gobierno realizaron una visita de inspección para supervisar y dirigir las labores de respuesta y recuperación, tras las inundaciones en la comuna de Con Cuong, en la central provincia de Nghe An.
Las intensas precipitaciones asociadas al tifón Wipha provocaron en esa región la inundación en 24 aldeas, de las cuales 10 quedaron completamente aisladas y cinco parcialmente incomunicadas, sin que se registraran pérdidas humanas. Unas dos mil personas de 650 hogares fueron evacuadas a zonas seguras.
En Nghe An muchas estaciones de la Guardia Fronteriza también quedaron inundadas o aisladas como consecuencia de deslizamientos de tierra, y además perdieron la red eléctrica y la señal telefónica.
La víspera, el primer ministro vietnamita, Pham Minh Chinh, emitió un despacho en el cual solicitó la implementación urgente de medidas para aliviar las consecuencias de las lluvias e inundaciones causadas por el tifón Wipha.
Para hacer frente a las secuelas del fenómeno, el jefe de Gobierno exigió a los presidentes de los Comités Populares de las provincias y ciudades afectadas trabajar para aliviar los daños, restaurar la producción agrícola, drenar rápidamente el agua y proteger los arrozales y otros cultivos de alto valor económico.
Instó también a revisar y elaborar estadísticas completas y precisas de los daños causados por las lluvias e inundaciones, así como usar oportunamente la reserva presupuestaria y los recursos locales para apoyar a los afectados, especialmente a los pobres, hogares desfavorecidos, familias beneficiarias de políticas sociales y grupos vulnerables.
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