Wellbrock, espigado tritón de 1,91 metros de estatura, que cumplirá 28 años el próximo 19 de agosto, dejó atrás el fiasco sufrido en los Juegos Olímpicos de París 2024, cuando finalizó octavo en la prueba de aguas abiertas en el veleidoso circuito trazado dentro del río Sena, y lo ha hecho a lo grande.
El alemán es el primer nadador que conquista cuatro preseas de oro en dicha modalidad en una misma cita del orbe: triunfos en las distancias de 5 y 10 kilómetros, en la nueva prueba de 3 km con eliminatorias, semifinales y final (presentado en inglés como Knockout Sprint), y en el relevo mixto 4×1500 m junto a Celine Rieder, Oliver Klemet (subcampeón olímpico en París 2024 en 10 km) e Isabel Gose.
El nacido en la ciudad de Bremen ha vuelto a sonreír como en la edición estival de Tokio 2020 cuando se impuso en esta modalidad, tras vivir su día oscuro en la Ciudad de la Luz, vaya contrariedad, esta vez sobreponiéndose a las altas temperaturas de la llamada “caldera” de Singapur, como se le conocen a las aguas en torno a la isla de Sentosa.
Allí los termómetros registran casi 31 grados Celsius en la superficie marina, precisamente el límite para nadar con seguridad marcado por World Aquatics, nombre actual de la federación internacional que agrupa a las disciplinas acuáticas.
Apenas finalizado el relevo, el talentoso nadador del club SC Magdeburgo reconoció sentirse vaciado física y mentalmente tras una semana muy dura: “competimos permeados por la incertidumbre sobre los valores de la bacteria Ecoli y las altas temperaturas del agua, ha sido como estar en una lavadora a 40 grados, necesito ahora reajustarme”.
Wellbrock confía en tal reajuste físico-psicológico y cargar nuevamente las pilas para en unos días lanzarse a otras aguas, las de piscina en sala techada para intentar sumar otra medalla, en este caso en los 1500 metros libres, una hazaña que logró tanto el Mundial de Gwangju 2019 como en la cita estival de Tokio 2020.
El principal discípulo de la selección alemana, dirigida por el técnico Bernd Berkhahn, atesora ahora nueve preseas doradas en Mundiales y se situó a solo tres de su compatriota Thomas Lurz, máximo acumulador de medallas en citas universales hasta el momento.
Su palmarés arrancó en la ciudad surcoreana de Gwangju —ganó los 10 km—, continuó en Budapest 2022 (5 km y relevo mixto, más un bronce en 10 km), Fukuoka 2023 (5 y 10 km) y ahora en Singapur.
En las pruebas en piscina no le ha ido mal: un bronce olímpico en Tokio 2020 en 1500 m, mientras en Mundiales atesora oro en esa propia distancia en Gwangju 2019, plata en 800 m y bronce en 1500 m en Budapest 2022, plata en Doha 2024 en la prueba más larga en albercas, además mantiene en su poder el récord mundial de 1500 m en piletas de curso corto (25 m) desde diciembre de 2021 (14:06.88 minutos).
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