Por Jorge Petinaud Martínez, corresponsal jefe
Celebrada en la Casa Grande del Pueblo (sede gubernamental) la velada a la que asistió Prensa Latina contó con la presencia de la ministra de la Presidencia, María Nela Prada; la Canciller, Celinda Sosa; exministros y la embajadora de Cuba, Elba Rosa Pérez.
También concurrieron al homenaje a los héroes y mártires del 26 de julio de 1953 en el oriente cubano integrantes del Movimiento Boliviano de Solidaridad con la isla, de la comunidad de cubanos residentes en Bolivia y una amplia representación del cuerpo diplomático acreditado.
Ante ellos, Arce, evocó al líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, en un discurso en el cual citó su expresión “‘hemos hecho una revolución más grande que nosotros mismos’”.
Respecto a la citada frase del autor del alegato programa conocido como La Historia me Absolverá, pronunciado en el juicio por los sucesos del Moncada en 1953, Arce compartió con los presentes un análisis que refleja la actualidad para Cuba y el resto del continente de esas ideas.
“(…) Con esto manifestaba que el proyecto colectivo debía primar ante cualquier liderazgo individual y que la historia no la hace un hombre en particular, sino que la hacen los pueblos”, enfatizó el jefe de Estado.
“Pero, ¿qué había detrás de ese razonamiento?” -preguntó el mandatario-, y respondió: “tal vez la más poderosa arma de la Revolución cubana, su receta mágica: la unidad”.
La embajadora Pérez, por su parte, denunció en su intervención las dificultades materiales y el sufrimiento que causa al pueblo cubano el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto durante más de seis décadas por el Gobierno de Estados Unidos.
“(…) Hoy seguimos día a día en 26, pues Cuba es un país en guerra, que vive y resiste hace más de 60 años bajo condiciones de guerra”, afirmó la diplomática durante su intervención.
“La guerra económica que bloquea, que obstaculiza, que frena o ralentiza todos los esfuerzos, nos ha hecho mucho daño. La desinformación, el odio, la distorsión, unido a lo anterior, se vuelve una maquiavélica combinación para intentar destruirnos”, advirtió la diplomática tras exponer un resumen histórico.
En referencia a su reciente regreso desde Cuba, describió que el país vive momentos complejos porque se siente el peso “asfixiante del bloqueo que impone una resistencia sin precedentes, como única opción (…)”.
Añadió que, frente a esta realidad, como única opción, pudo constatar la audacia, la coherencia y la claridad meridiana del Partido Comunista de Cuba para liderar toda esta resistencia en torno a la unidad. “La unidad como salvaguarda de la nación y de la soberanía”.
“Propósito más perverso es que nuestra nación se fracture -dijo la embajadora-, el imperio apuesta por una crisis política y social que desemboque en un estallido, sueñan con ver caer la Revolución cubana, pero no han podido ni podrán”.
La diplomática recordó el Memorando Presidencial de Seguridad Nacional de Estados Unidos Contra Cuba, cuyo lenguaje calificó de prepotente y lapidario que apunta a debilitar la moral de los cubanos, y advirtió que este resultado será imposible.
“(…) Mi homenaje más puro para los cubanos y cubanas que no dejan de sonreír y convierten la escasez en ingenio y la asfixia en resistencia. Seguimos creando y reinventándonos soluciones sin dejarnos vencer. Todo esto se llama dignidad”, concluyó la embajadora.
La gala incluyó la proyección de videos con fragmentos de discursos de Fidel Castro, la declamación por niños cubanos del poema Ya Estamos en Combate, del combatiente asesinado en el Moncada Raúl Gómez García, e interpretaciones musicales como El Necio, de Silvio, Rodríguez, por la cantante Karen Villarroel, y la Guantanamera, con versos de José Martí, por la agrupación cubana-boliviana, Guapachá.
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