De acuerdo con el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI), la entrega de los reclusos tuvo lugar en el Puente Internacional de Rumichaca, que conecta a ambas naciones vecinas.

“Este operativo interinstitucional, que involucra a diferentes funciones del Estado, se ejecuta bajo estrictos protocolos de seguridad e irrestricto respeto a los derechos humanos y con la debida reserva de información”, señalaron las autoridades ecuatorianas.

Más temprano, un equipo de la cancillería colombiana informó que se encontraba este sábado en la zona fronteriza para recibir a los presos expulsados en un acto que el gobierno del país cafetero afirma que se tomó de “manera unilateral” y ha impedido un protocolo de traslado digno.

Además tildó la medida de “gesto inamistoso”.

Por su parte, el Ministerio ecuatoriano de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana aseguró que la comunicación de las deportaciones se hizo al Consulado de Colombia en Quito el pasado 8 de julio.

La entidad aseguró que los procesos responden a la emisión de resoluciones individuales debidamente motivadas y con la correspondiente boleta de excarcelación, por lo que rechazó que se trate de deportaciones masivas.

Además, Ecuador subrayó que las deportaciones se llevan a cabo siguiendo la normativa vigente y con respeto a los derechos humanos, en coordinación con la Policía Nacional.

En enero de 2024, en medio de una escalada de violencia, el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, expresó su deseo de entregar a los prisioneros colombianos para descongestionar las cárceles nacionales.

Según el SNAI, en los centros penitenciarios del país de la mitad del mundo estaban detenidos un total de mil ciudadanos de la nación vecina.

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