En un acto conmemorativo en Quito por el 26 de julio —fecha clave en la historia revolucionaria de Cuba— Iza se refirió a la importancia de un proceso de transformaciones acorde a la realidad nacional, aún cuando hayan inspiraciones.
“Si Cuba ha sido una referencia, no podemos hacer calco y copia. Si en algún momento la Unión Soviética significó un faro en el mundo, no podemos hacer calco y copia. Si en Europa existieron momentos, no podemos hacer calco y copia”, aseveró.
En su opinión, “necesitamos construir una revolución en el Ecuador desde el corazón de los pueblos”.
Reflexionó también sobre la disputa existente en la actualidad sobre la vigencia del comunismo, socialismo y ser de izquierda.
Frente a eso, pidió no dudar de los ideales de izquierda y llamó a un debate profundo entre quienes todavía los sostienen.
Las élites “no nos ganan con ideas ni con trabajo, nos ganan con odio, mentiras y especulación”, expresó quien dentro de unos días será relevado en la presidencia de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie).
En cuanto a los procesos internos de esa organización, Iza negó haber perdido el liderazgo de la Conaie, luego de que fuera electo Marlon Vargas para estar al frente del movimiento indígena por los próximos años.
Dijo que la disputa actual es “política, ideológica y espiritual” y rechazó visiones que relegan a los pueblos originarios solo al folclore.
En este momento en la Conaie hay una columna vertebral que estamos dispuestos a sostener, una línea política e ideológica que tiene que ver con el mundo, agregó.
El líder indígena advirtió que si los pueblos originarios no toman postura “simplemente nos desaparecemos”.
Nuestros territorios, nuestra identidad y nuestra cultura no van a ser salvados por el capitalismo, lo único que hace es apropiarse de lo que somos, sentenció.
Reiteró su postura de nunca aliarse al capitalismo, ni al fascismo, ni la discriminación, ni al racismo y, finalmente, hizo un llamado a la unidad de las izquierdas para discutir desde la diversidad conceptos como la plurinacionalidad y la interculturalidad.
“La tarea es de todos: construir una sociedad diferente para que nuestros hijos puedan ser felices”, concluyó.
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