Con solo 16 años —nació el 8 de febrero de 2009— Shimizu pulverizó la anterior plusmarca de la categoría (10.06), que compartían el estadounidense Christian Miller y el tailandés Puripol Boonson, ambos en 2023, y lo hizo con viento legal de +1.7 m/s.
Ese registro, logrado en una cita de nivel local, pero homologada dentro del calendario oficial de World Athletics, le otorga además la marca mínima exigida para competir en el próximo Campeonato Mundial de Atletismo, que se celebrará en esta misma ciudad en septiembre.
La irrupción de Shimizu ha provocado un gran revuelo mediático y deportivo en un país históricamente fuerte en pruebas de velocidad por relevos —con preseas olímpicas incluidas— pero aún en búsqueda de una figura dominante individual.
Aunque no logró clasificarse en el campeonato nacional, su tiempo mete presión a la Federación Japonesa, que solo tiene dos atletas registrados en los 100 metros para la cita global, uno por marca mínima y otro por ranking.
La posibilidad de incluir a Shimizu en el relevo 4×100 parece remota por temas de adaptación técnica, pero todo apunta a que el “niño prodigio” podría tener su estreno internacional en casa, frente al mundo, antes de alcanzar la mayoría de edad.
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