Veira participará en una reunión de alto nivel en la sede de Naciones Unidas sobre la solución pacífica del conflicto entre Israel y Palestina, y la implementación de la solución de dos Estados.
El evento estaba previsto inicialmente para la semana en que Tel Aviv e Irán entraron en guerra, antes de que las relaciones entre Brasil y Estados Unidos se desbordaran en una crisis comercial.
La pasada semana, en medio de la tensión, Vieira envió un emisario a Washington para explorar las condiciones de su presencia en el país y la disposición de la parte estadounidense para intentar desbloquear las negociaciones arancelarias a nivel ministerial.
Hasta el momento, no ha habido ni luz verde ni bloqueo a la iniciativa.
Según el portal UOL, en la embajada de Brasil en Estados Unidos, el emisario del canciller colaboró con los interlocutores de la Casa Blanca, dejando clara la disposición del ministro a negociar con cualquier interlocutor de alto nivel designado por Trump sobre cualquier tema de la agenda comercial.
La publicación digital asegura que la diplomacia brasileña dejó claro que cualquier posibilidad de interferencia en el proceso judicial contra el expresidente Jair Bolsonaro quedó descartada.
El 9 de julio, en una carta enviada al Gobierno brasileño anunciando el arancel, Trump argumentó su ofensiva comercial por el caso contra Bolsonaro y criticó al Supremo Tribunal Federal.
Calificó de «cacería de brujas» las acciones contra el exgobernante ultraderechista, acusado de un supuesto intento de golpe de Estado en 2022.
Hasta el momento, no se registran avances en las negociaciones. La Casa Blanca condicionó la apertura del diálogo a la interrupción del proceso contra Bolsonaro.
Vieira estará en Nueva York hasta el martes, días antes de que entren en vigor los aranceles contra el gigante sudamericano.
De acuerdo con embajadores brasileños que informaron en privado a UOL sobre la nueva medida estratégica, el jefe de la diplomacia consideró importante la medida porque demuestra la máxima disposición de Brasil a dialogar, contrariamente a lo que ha venido afirmando la Casa Blanca.
Sin embargo, precisa el sitio, el canciller solo viajará de Nueva York a Washington si tiene una agenda predefinida, para evitar la vergüenza de ser criticado duramente.
Una delegación de ocho senadores brasileños también se encuentra en la capital norteamericana para intentar impulsar el diálogo.
La misión se reunirá, entre mañana y el miércoles, con empresarios estadounidenses preocupados de sus negocios en Brasil y algunos congresistas, tanto demócratas como republicanos.
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