La cartera militar refirió este domingo en el parte al respecto publicado en su canal oficial de Telegram que 36 vehículos aéreos no tripulados ucranianos fueron derribados en la región de Briansk; otros 21, en la de Smolensk; 10, en la de Kaluga; nueve en la de Volgogrado; e igual cantidad en Rostov.
Igualmente el ente castrense añadió que otros cuatro drones fueron abatidos sobre la península de Crimea, también se interceptaron dos sobre Voronezh, igual cifra en Kursk, y sobre el Mar negro, en tanto en las regiones de Moscú, Nizhni Nóvgorod, Oriol y Tambov, se abatieron a razón de uno por cada territorio.
Desde el inicio de la operación militar especial el 24 de febrero de 2024, los ataques con drones lanzados desde Ucrania contra objetivos militares y civiles en la retaguardia rusa se han convertido desde entonces en una práctica habitual.
Los territorios rusos limítrofes con Ucrania, como Bélgorod, Briansk, Kursk y Vorónezh, así como la península de Crimea, denuncian regularmente impactos de proyectiles, incursiones de drones y otros ataques desde el otro lado de la frontera, que obligan a la población a buscar refugio en otros lugares.
Durante los últimos meses, Ucrania centró sus ataques con drones en refinerías, depósitos de combustible y otras instalaciones de la industria petrolera de Rusia, principalmente en las provincias fronterizas, pero también en zonas más remotas como Nizhni Nóvgorod, Baskortostán o Tatarstán.
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