El jefe secretario presidencial para asuntos políticos, Woo Sang-ho, hizo los comentarios mientras Corea del Sur continúa los diálogos con Washington para evitar los aranceles recíprocos del 25 por ciento antes de la fecha límite del 1 de agosto, fijada por la Administración Donald Trump.
Es cierto que la parte estadounidense está ejerciendo una presión muy fuerte en las negociaciones arancelarias, en particular en los sectores de la agricultura y ganadería. Nuestro Gobierno está luchando para minimizar las concesiones a fin de proteger las industrias locales tanto como sea posible, dijo Woo en una conferencia de prensa.
Cuando se le preguntó sobre un posible aumento del gasto de defensa y la adquisición de armas estadounidenses por parte de Corea del Sur, Woo reconoció que estos asuntos forman parte de las negociaciones, pero rehusó proporcionar detalles sobre su progreso.
Inicialmente, Corea del Sur había descartado utilizar una mayor apertura de sus mercados de carne vacuna y arroz como bazas de negociación en las conversaciones arancelarias, debido a la fuerte oposición de los grupos de granjeros.
Sin embargo, el Gobierno parece haber cambiando su postura, en medio de la creciente presión para alcanzar un acuerdo, dado que los principales socios comerciales de Washington, incluidos Japón y la Unión Europea, lograron cerrar acuerdos.
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