Organizados por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, con apoyo de la Secretaría de la Comunidad del Caribe (Caricom) y el Gobierno de Belice, las reuniones que duraron una semana analizaron estrategias para optimizar la colaboración interinstitucional, especialmente en casos donde un arma está vinculada a múltiples delitos.
El programa, que sesionó desde el pasado 22 de julio, incluyó talleres sobre rastreo y marcaje de armas, claves para desmantelar redes criminales, y examinaron casos prácticos, desde la recolección de datos hasta la identificación de números de serie y métodos de ocultamiento en envíos internacionales.
La directora ejecutiva del Ministerio del Interior de Belice y Presidenta de la Junta de Control de Armas, Sharole Carr, destacó que se lograron avances en la comprensión práctica del rastreo, mejor coordinación entre policía, fiscalía y actores internacionales, y mayor conciencia sobre la trazabilidad de armas.
Los cursos incluyeron análisis de balística forense y detección en fronteras, así como armas impresas en 3D, tráfico en línea e inteligencia artificial en el contrabando por organizaciones criminales.
El Caribe enfrenta crecientes desafíos por el tráfico de armas, vinculado a la violencia criminal y el narcotráfico, por lo que los talleres forman parte de la iniciativa regional para fortalecer capacidades en países en desarrollo.
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