En el evento anual de presentación de informes, la cartera detalló que durante el ejercicio fiscal anterior se recaudaron ingresos superiores a los mil 322 millones de afganis (19,2 millones de dólares.
Además, se distribuyeron 43 mil toneladas de semillas de trigo mejoradas y fertilizantes químicos a los agricultores, y el gobierno adquirió 38 mil toneladas excedentes de trigo a agricultores de 11 provincias del país.
El viceministro de Finanzas y Administración, Agha Jan, explicó esa última acción tuvo como objetivo combatir la sequía y los desastres naturales, estabilizar los precios del mercado y apoyar a los productores locales; las compras ascendieron a aproximadamente mil millones de afganis (14,5 millones de dólares).
El ministerio también informó que, en consonancia con la prohibición del cultivo de amapola, se cultivaron azafrán y comino como cultivos alternativos, y se construyeron invernaderos para apoyar esta transición.
Las autoridades añadieron que asignaron cerca de mil 500 millones de afganis (21,8 millones de dólares) a través de mecanismos financieros islámicos, como los contratos Murabaha, Musharakah y Mudarabah, para apoyar a agricultores, ganaderos y al sector privado.
El ministerio identificó la sequía y el cambio climático como importantes desafíos para la agricultura en Afganistán; para abordar esto, se inició la implementación experimental en diversas zonas de sistemas de riego que ahorran agua, como el riego por goteo, aspersión y de secano.
La cartera también anunció que se planean decenas de nuevos proyectos para este año para mejorar la agricultura, la ganadería y la gestión de los recursos naturales, con objetivos centrados en la autosuficiencia, el impulso a la economía nacional y el apoyo a los agricultores y la producción nacional.
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