La muestra “Divino Egipto” permitirá explorar a partir del 12 de octubre la espiritualidad y el arte religioso de la tan lejana, pero atractiva y enigmática civilización.
Disponible al público desde esa fecha, la exposición contará con las representaciones espirituales de esas deidades en templos, santuarios y tumbas, así como los instrumentos que les daban vida en el culto diario, estableciendo una conexión entre el mundo real y el divino, según la nota publicada por el MET.
Entre las obras que formarán parte de la muestra se encuentran desde estatuas monumentales a pequeñas y elegantes figuritas, las cuales simbolizan a 25 de los principales ídolos de aquella época, incluyendo al dios Horus con cabeza de halcón, Sakhmet con cabeza de león o el gran creador para los egipcios Ra, entre otros.
Durante más de tres mil años, las creencias de ese pueblo llegaron a incluir más de mil 500 dioses de diversas formas y rasgos superpuestos, añadió la prestigiosa institución.
El director ejecutivo del museo, Max Hollein, señaló que las galerías dedicadas al arte egipcio se encuentran entre las más apreciadas por los millones de personas asistentes anualmente a la pinacoteca.
La exposición reúne las obras más exquisitas con préstamos de instituciones líderes a nivel mundial y algunos de los elementos proceden de diferentes colecciones, como de Bellas Artes de Boston, del Louvre de París y la Ny Carlsberg Glyptotek de Copenhague, añadió Hollein.
Mientras, más de 140 de esos objetos pertenecen al propio MET, según el experto.
La galería destacó como una de sus piezas más relevantes una estatua de oro macizo del dios Amón, la cual adornará una recreación de una “barca divina”, un tipo de embarcación que transportaba a la deidad principal de un templo.
Con el objetivo de examinar las formas en que los reyes y el pueblo del Antiguo Egipto reconocían e interactuaban con sus dioses, cada sección expositiva ofrecerá una oportunidad inmersiva para proporcionar una ventana al pensamiento y la espiritualidad de una de las civilizaciones más duraderas y sofisticadas de la historia.
A través de estas piezas se pone en evidencia el profundo sentido de continuidad y renovación con el que los egipcios supieron abordar los grandes enigmas de la vida y la muerte, anclando sus respuestas en la riqueza visual y simbólica de su arte religioso, concluyó el MET.
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