Así lo revela una encuesta del Instituto Datafolha, publicada este jueves.

En una carta enviada al Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, el republicano vinculó el aumento de aranceles a los productos brasileños con los procesos judiciales de Bolsonaro.

De acuerdo con el estudio, 36 por ciento de los consultados cree que Trump acertó al plantear esta exigencia en la misiva. Otro siete no supo qué responder.

Se entrevistó a dos mil cuatro personas mayores de 16 años en 130 ciudades el 29 y 30 de julio. El margen de error es de más o menos dos puntos porcentuales.

Los resultados muestran que, entre quienes votaron por Bolsonaro en los comicios de 2022, la situación se invierte: el 66 por ciento piensa que Trump tiene razón, 28 cree que está equivocado y seis no expresó su opinión.

Entre los votantes de Lula, el 82 por ciento considera incorrectas las acciones del magnate norteamericano, mientras que 13 cree que actuó correctamente. Otro cinco por ciento no supo qué responder.

La mitad de los brasileños no cree que Bolsonaro sea perseguido.

Al preguntar si el exmilitar sufre asechanza y trato injusto, la mitad de los interrogados respondió que no, mientras que el 45 por ciento estima que sí. Otro cinco no manifestó criterio.

La percepción varía según el perfil de los entrevistados. El 48 por ciento de los hombres opina que existe persecución, en comparación con 41 de las mujeres.

Entre los jóvenes de 16 a 24 años, la tasa es del 37 por ciento.

También la investigación preguntó sobre la percepción de los brasileños sobre el papel del diputado federal Eduardo Bolsonaro, hijo del exmandatario, en la decisión de Trump.

El 39 por ciento de los inquiridos conceptúa que sus acciones en Estados Unidos influyeron en la decisión de Washington, 28 cree que tuvo cierta influencia y 20 dice que no tuvo ninguna.

Entre los votantes de Bolsonaro para 2022, el 26 por ciento profesa que el hijo del exgobernante tuvo una influencia significativa, mientras que el 38 por ciento asegura que resultó moderada.

Bajo este escenario, Brasil se prepara para enfrentar mañana la imposición de un arancel del 50 por ciento por Estados Unidos sobre sus exportaciones, una medida que llevó al Gobierno a activar un plan urgente.

Ante la inminente entrada en vigor de esta sanción, Lula acelera la formulación de una iniciativa de contingencia para mitigar el impacto económico.

Pese a que Brasil manifiesta reiteradamente su disposición al diálogo, Washington se ha mantenido inflexible.

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