“Nuestra visita a Moscú es la primera de este tipo desde el derrocamiento del gobierno de Bashar Al-Assad, el pasado 8 de diciembre. Hemos sostenido conversaciones positivas con el jefe de inteligencia, el ministro de Defensa, el canciller ruso y el presidente Putin”, declaró Al-Shaibani, según el canal de Telegram de la Cancillería siria.

El titular subrayó que Siria y Rusia comparten el deseo de establecer nuevas relaciones, dejar atrás el pasado y transformar la histórica cercanía entre ambos pueblos en intereses concretos y compartidos.

Añadió que Damasco busca cooperar con todos los países de la región y del mundo, tanto con socios tradicionales como con nuevos aliados.

Como es sabido, Siria ha superado una guerra de 14 años que dejó un legado muy difícil para el nuevo gobierno: la mitad de la población desplazada o refugiada, cuatro millones de viviendas destruidas y una economía asfixiada por sanciones, aclaró.

Agregó que a pesar de estas difíciles circunstancias, se logró enfocar los esfuerzos en el levantamiento de las sanciones, e indicó que el pueblo sirio está cansado de la guerra y la prioridad ahora es para la reconstrucción.

En ese sentido, afirmó que esta visión exige mantener la estabilidad regional y lograr un equilibrio en las relaciones políticas tanto con el mundo árabe como con los actores internacionales.

Por primera vez, Siria ha logrado equilibrar sus vínculos con Oriente y Occidente, manteniendo buenas relaciones con Rusia, China, los países europeos y Estados Unidos, explicó Al-Shaibani.

También reconoció que persisten grandes desafíos en el sector de los servicios y la infraestructura, aunque sostuvo que el país tiene una oportunidad real de fortalecerse y reincorporarse activamente a su entorno árabe, recuperando el papel que tuvo antes de décadas de exclusión en los procesos de toma de decisiones del mundo árabe.

El jefe de la diplomacia siria advirtió, sin embargo, que algunos actores continúan intentando convertir al pais en un escenario de confrontación o en un instrumento para ajustes de cuentas regionales e internacionales.

En ese contexto, denunció que hay países, entre ellos Israel, que promueven la inestabilidad y siguen recurriendo al expediente de la partición territorial.

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