Un parte judicial divulgado en el sitio digital informativo del canal televisivo Sky TG24, indica que la parlamentaria, cercana colaboradora del expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, compareció este viernes en audiencia preliminar ante el Tribunal de Apelaciones de Roma, donde se denegó el pedido de liberación presentado por su defensa.
Zambelli, miembro del Partido Liberal, fuerza política del ex mandatario, fue condenada a mediados de mayo por el Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, tras ser hallada culpable de los delitos de falsedad ideológica y piratería informática, cometidos junto al experto cibernético Walter Delgatti.
Se comprobó su papel como autora intelectual de un ciberataque contra el sistema del Consejo Nacional de Justicia de Brasil, pero logró huir tras ser sentenciada y llegó a este país europeo a inicios de junio procedente de Miami, Estados Unidos, para tratar de impedir la acción de la justicia.
“Tengo pasaporte italiano y no pueden extraditarme de un país del que soy ciudadana”, manifestó en declaraciones públicas, sin considerar la posible aplicación de un tratado vigente sobre este tema, firmado en 1989 entre Roma y Brasilia.
El embajador del país sudamericano en esta nación europea, Renato Mosca, declaró a medios informativos que “no concibo que Italia, por razones de ciudadanía o supuesta persecución política, encubra a una persona condenada en Brasil en un proceso legal, con amplio derecho a la defensa”.
El diplomático solicitó que la parlamentaria continúe encarcelada mientras las autoridades examinan su solicitud de extradición, debido al riesgo de fuga.
“Su permanencia en prisión es importante por dos razones, primero para evitar que continúe atacando a las instituciones brasileñas, algo que no podrá hacer desde la cárcel, y segundo porque se evitaría la posibilidad, dada su conducta pasada, de que también huya de Italia si considera inminente una decisión de extradición», expresó Mosca.
En su audiencia de este viernes, Zambelli “utilizó una narrativa falsa, pues comenzó diciendo que se entregó voluntariamente a las autoridades italianas, cuando en realidad fue capturada en su domicilio”, añadió el diplomático.
Respecto a la posibilidad de que sea denegada la extradición de Zambelli, Mosca respondió que Italia «tiene políticas muy serias en la lucha contra la delincuencia y en la cooperación policial y judicial” con su país.
De hecho, algunos analistas citan precedentes como el del banquero Salvatore Cacciola, quien llegó a Italia gracias a su doble nacionalidad, pero fue enviado a Brasil tras ser arrestado y el caso del gerente Henrique Pizzolato, quien se refugió en este país, pero fue extraditado en 2015, para enfrentar cargos por corrupción.
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