“Ayer México ganó. Por supuesto, internacionalmente estamos viviendo una situación compleja”, aseveró la jefa del Ejecutivo en su habitual conferencia de prensa, al referirse a la política arancelaria del mandatario norteamericano, Donald Trump, y sus impactos en todo el mundo.

Trump publicó el 12 de julio en la plataforma Truth Social una carta en la que anunció la aplicación de aranceles del 30 por ciento a los productos de este país a partir de este viernes, en respuesta a la “crisis del fentanilo”, pese al reconocimiento por agencias norteamericanas de la caída en ese flujo.

Sin embargo, luego de una llamada con Sheinbaum ayer, ambos acordaron el aplazamiento de la medida y que los productos amparados por el tratado de Norteamérica (84,4 por ciento del comercio de México con el país vecino) sigan manteniendo cero aranceles.

“¿Hay afectaciones? Pues sí hay afectaciones, porque traemos un arancel del 50 por ciento en el acero y el aluminio, menor al 25 por ciento en automotriz, porque hay descuentos (…), pero finalmente lo que nos afecta a nosotros, le afecta a todo el mundo”, explicó la dignataria. Reiteró que la relación con Washington se ha construido con cabeza fría, entendiendo argumentos de parte de Estados Unidos y exponiendo los de México, al tiempo que se mantienen principios y se busca “siempre la mejor salida posible”.

“En este marco de dificultades, la economía mexicana va bien. Crecimiento del 0,7 por ciento (en el segundo trimestre). ¿Quisiéramos que fuera más? Sí. Pero (…) es de los más altos de muchos países”, afirmó al destacar además la visión de largo plazo con el Plan México.

En otro momento de su intervención, la presidenta cuestionó las posturas de la oposición.

“No importa lo que hagamos, ellos quieren que le vaya mal a México, esa es su visión. Como quieren que le vaya mal al gobierno de México, no les importa que afecte al pueblo”, señaló Sheinbaum, al asegurar que la oposición hubiera querido un aumento de los gravámenes.

La gobernante denunció, además, que “tienen un personaje como el presidente del PRI (Partido Revolucionario Institucional, Alejandro Moreno), de malísima fama, con escándalos de corrupción que acompañan su carrera política, yendo a Estados Unidos a denunciar falsedades”.

“Además de que quieren que le vaya mal a México, vende patrias”, sostuvo.

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