Al intervenir durante el acto inaugural del Mes de la Mujer en el Centro de Convenciones de Sandton, Chikunga explicó que una economía resiliente no solo resiste crisis y se adapta a cambios, sino que crece de manera inclusiva.
Según la Ministra, el país no puede aspirar a fortaleza económica cuando la mitad de su población sigue marginada; enfatizó que la inclusión financiera de las mujeres debe ir más allá del acceso básico a servicios bancarios.
“Se trata de reconfigurar el poder económico, eliminar prácticas discriminatorias en préstamos, reformar derechos de propiedad y desafiar normas culturales que sitúan a los hombres como únicos decisores financieros”, manifestó.
La funcionaria insistió en que reconstruir los sistemas y estructuras productivas, incorporando el potencial de todos los ciudadanos y especialmente quienes han sido históricamente excluidos, es condición esencial para una economía vigorosa y sostenible.
Chikunga recordó como África, con una población que pasó de 283 millones en 1960 a más de mil 500 millones en 2024, representa el futuro del comercio global y ofrece un mercado en expansión que debe ser conectado, alimentado e impulsado mediante la innovación.
La ministra puso de relieve el papel central de las mujeres en el comercio africano y recalcó que los modelos tradicionales, basados en redes masculinas, han fracasado a la hora de convertir la riqueza del continente en bienestar para sus habitantes.
“La evidencia demuestra que donde las mujeres participan activamente en el comercio, las economías muestran mayor resiliencia, innovación y crecimiento sostenible. Además, los negocios liderados por mujeres priorizan el bienestar social”, subrayó.
Sin embargo, reconoció que persisten barreras como limitaciones tecnológicas, trámites excesivos y obstáculos fronterizos, que impiden a las mujeres acceder en igualdad al comercio internacional.
En ese sentido, hizo un llamado a autoridades, empresas y financiadores para remover estos obstáculos y promover sistemas financieros adaptados a la realidad femenina, incluyendo fondos de inversión especializados, mecanismos de crédito alternativos y programas de préstamos sin garantía personal.
El encuentro concluyó con un llamamiento a consolidar políticas inclusivas que permitan a Sudáfrica avanzar hacia una economía más equitativa y resistente frente a futuras crisis.
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